CARTA A MICHELLE BACHELET



Miércoles, 23 de Abril 2014


Sra Michelle Bachelet
Presidenta de la República de Chile


De nuestra consideración:


Por la presente solicitar a Usted nos reciba en audiencia para entregarle antecedentes y hacerle saber nuestra exigencia de respeto por nuestros Derechos Humanos, tal como señala la Constitución y el Derechos Internacional, los que se ven vulnerados en el tratamiento que el Estado da a los cultivadores y usuarios de la planta Cannabis, con fines sacramentales, medicinales y/o recreativos, en nuestro país.

Exigimos que la Ley se cumpla en Chile, y que se respete la Dignidad de las Personas, ese espacio de identidad esencial donde al Estado no le compete interferir, menos impedir, por el contrario es obligación de todos los servidores públicos proteger y garantizar los Derechos Esenciales que de esta dimensión emanan.

La recuperación del derecho a cultivar (privadamente y sin fines comerciales) la planta psicoactiva y medicinal Cannabis, es expresión del respeto y garantía que el Estado le debe a los ciudadanos y al ejercicio de los derechos esenciales de éstos, expresados en el empleo de un recurso ancestral como es esta planta, para la búsqueda del bienestar, la salud y la trascendencia, sin ser sometidos por ello al prejuicio, la discriminación y la criminalización por parte de organismos públicos.

El asunto es de interés público porque se trata de la coherencia con la que somos conducidos como país, del efectivo respeto por los Derechos Esenciales, piedra angular de un Estado de Derecho.

Resolver este pendiente tiene prioridad y urgencia que en nada compite con la prioridad y urgencia que por si mismas también tienen las tragedias que nos afectan como país. No puede aceptarse que la prioridad y la urgencia del gobierno estén determinadas en ausencia del compromiso esencial y trascendente que el Estado tiene con los habitantes, que no es con la materia sino con el Espíritu, que es donde reside la Dignidad. La Dignidad no puede venir después que reconstruyamos el Norte Grande y Valparaíso, por el contrario, es con respeto por la dimensión espiritual o trascendente de la vida Humana que debemos reconstruir, no sólo estas ciudades devastadas, también la Política de Drogas, de Salud, de Educación, por ejemplo, o instituciones como el SENAME, entre otras, porque la transformación profunda que necesitamos es recrear toda nuestra convivencia a la luz de una comprensión más moderna, científica y elevada de la naturaleza humana, plenamente en Derecho, un Ser Humano material y Espiritual.

Ha sido larga y completa la discusión en torno al tema de las drogas -categoría en la que hoy se encuentra el Cannabis- durante los últimos años, desarrollándose de un modo vertiginoso en dirección al levantamiento de la lógica de la prohibición. Sin embargo, ha sido en nuestro país que se ha enfatizado la conexión entre Espiritualidad, Derechos Esenciales y el Autocultivo, incluyendo la valoración del efecto psicoactivo propio del Cannabis en el contexto de un uso responsable, conducente, tanto en lo recreativo como en lo medicinal y sacramental. La información está disponible y ha sido ofrecida a la comunidad en general.

Las preguntas por la adicción, el consumo problemático, la delincuencia y la violencia ya no nos deben remitir a una planta, ni a una práctica, ni a un grupo de personas, sino que a una atmósfera social donde el Ser Humano es permanentemente invitado a la superficialidad, al soslayo de una dimensión de la vida que lo deja indefectiblemente vulnerable a estas problemáticas y sufrimientos. La información también está disponible.

Organismos competentes del Estado chileno han emitido señales que justifican la despenalización del Autocultivo. El Instituto de Salud Pública ya reconoció de hecho el valor medicinal de la planta de Cannabis y el Colegio Médico de Chile ha sostenido la pertinencia de que los pacientes puedan cultivarla con estos fines. La Comisión de Evaluación de la Ley de la Cámara de Diputados ha señalado la inconsistencia que existe en la ley 20.000 y su  reglamento al respecto, y ha señalado en su informe que el uso “recreativo” -entiéndase privado- no es objeto de esta ley y, si fuera el caso, su regulación debería ser similar a la del alcohol y el tabaco. La Defensoría Penal Pública, conociendo el drama humano en el sistema penal producto de esta situación, ha elaborado una justificación y propuesta. Todos estos antecedentes están disponibles.

Por su parte la Ciudadanía, ejerciendo el Derecho de Petición durante el año 2013, solicitó a 7 autoridades nacionales su pronunciamiento sobre la materia de fondo, donde se liga el Autocultivo con los Derechos Esenciales. Más de 17.000 ciudadanos participaron activamente en esta iniciativa firmando en notarías de 13 ciudades del país. Las conclusiones están disponibles.

El marco comprensivo, los argumentos y las experiencias son definitivas, no obstante la indiferencia, la indolencia, la inercia, parecen también serlo. Es por esto que el Dr. Milton Flores Gatica, Médico Psiquiatra de vasta trayectoria, quien ha puesto personalmente esta información en la escena nacional, impulsando activamente un proceso de transformación evolutiva que lleva como baluarte la recuperación de la dimensión espiritual en la vida cotidiana y el empleo de plantas enteógenas como un recurso posible, quien ha sido condenado por cultivo de cannabis en el sistema judicial nacional, cuyo caso ha sido denunciado ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, con respaldo de la Defensoría Penal Pública, ha iniciado el día miércoles 16 de este mes un ayuno indefinido hasta ver una señal de que el Autocultivo en Chile se resuelve como un asunto de Derechos Humanos. Su arriesgado y valiente gesto tiene como propósito encontrar energía más fina para ofrecer al proceso colectivo, y ser un profundo llamado a la Conciencia ética de todos nosotros, para actuar en consecuencia y con sentido de urgencia.


Es por todo lo anterior que solicitamos:

1.    Al Gobierno que retire la planta de Cannabis de cualquier lista de sustancias prohibidas y reconozca oficialmente su valor medicinal y sacramental.
2. Al Parlamento modificar la Ley para permitir transparentemente el autocultivo de Cannabis sin fines comerciales.

Reiteramos entonces nuestra solicitud y confiamos que en su condición de médico y servidora pública tome las medidas pertinentes.

Adjuntamos documentos oficiales que justifican y orientan la ejecución de estas medidas.


LA CIUDADANÍA INTERESADA

Documentos Adjuntos




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