Meditación en sincronía

Un llamado a los que comprenden, para que perfeccionen su esfuerzo.

Si el fin se visualiza, si hay luz en al comprensión obliguémonos a mejorar nuestra práctica, a trabajar.

Trabajar, en nuestro contexto, es despertar y comprender que meditar es trabajar, procurar estar más presentes, más en contacto con Dios, ese esfuerzo es trabajar, una meta responsabilidad, desarrollar la cualidad de nuestra perfección, incluir al observador en la mirada, para trascenderlo e integrarlo, abriéndose así otro espacio donde lo esencial sabe a vida e incluye el entendimiento, sostener una presencia ligada al presente en desarrollo, al todo en creación, sin perder ni perderse en una parte, con la firmeza para soportar la tentación y mantenernos como guerreros soportando el impacto de la plenitud en nuestras conciencias. Cuando entra la luz, algo se apanica de lo nuestro, y pretende seducir y reducir a la conciencia dentro e sus límites, para globalizar y avasallar.

Procurar mantenernos ligados a través e la meditación, sincronizar, reuniros en ciertos momentos todos a meditar, para experimentar la unión y trascender la distancia, aprovechar la situación tal cuál está dada, ustedes, cada uno en su lugar, generando actividad en otro plano, desde el cuál buscar el contacto.

Una red continua a través de la cuál circule energía, fortaleciendo así la actividad sutil en el plano espiritual, para nosotros y para todos.

Más dispuestos a recibir con profundidad ahora, y confiar en que así todo va irse dando con más gracia, brotando siempre respuestas más frescas, creativas, que surgen desde el vacío hasta con más gracia, integrando todo de mejor manera como una respuesta creada por Dios y no por ninguno sino por todos de verdad.