Así nació mi nieto...

6 de agosto

El cuatro de agosto, a las cuatro con siete minutos nació el hijo de mi hija, mi nieto llego, broto de su madre en la serena. Todo sucedió como una danza, desde lo que me toco participar, llegue el tres de agosto casi empezando el cuatro. El padre de mi nieto, Bernardo, me fue a recibir, y cuando llegamos a la casa de ellos, estaba mi hija en pleno trabajo de parto, con una dinámica de dos contracciones en diez minutos, intensas, digna, manteniéndose presente, mas allá del dolor, que le tocaba soportar. Todo estaba preparado, y llego la hora de irse al hospital. El ingreso al establecimiento, fue tranquilo, quienes nos atendieron a los tres, también me sentía protagonista, procurando ocupar mi lugar, para con adecuación, estar al servicio de la situación. Decía que nos atendieron todos muy bien, cuando la matrona nos informa, después del examen, que tenia, ya cinco o seis centímetros de dilatación, y que las membranas ya estaban rotas, nos dimos cuenta que Carola, había vivido en su casa, gran parte del trabajo necesario para recibir a su hijo. Ella ya estaba necesitando alguna asistencia, para soportar, una Peridural, para facilitar el proceso, se relaja el cuello, se dilata, y ya esta lista, a sala de partos.

El obstetra, ya estaba con ella, conduciendo el proceso asistido por la matrona y los paramédicos. Con Bernardo, procurando registrar imágenes del evento, y aparece la guagua, Domingo, su cabeza primero y ya esta completo afuera, encima del pecho de su madre, quien fue capaz de, como ratifico el obstetra, en sus declaraciones de evaluación, sostener una colaboración, participar, siempre como protagonista responsable en la situación, facilitándolo todo y reflejando que no esta dispuesta a dejar de ocupar su lugar así como así, en la vida de su hijo.

Este atributo, reflejado en la actitud de mi hija, me lleno de orgullo y satisfacción, podía permanecer conciente, tranquila, preparada para sentir la intensidad de un momento, sin claudicar, cuando así, fue requerido.

Llego el muchacho, con tres kilos doscientos y algo gramos, cincuenta centímetros de tamaño, y APGAR nueve o diez, dijo la matrona, mas bien nueve, al salir, en el expulsivo, paso un poco de apuro, nada grave, todo bien. El nieto al pediatra, se termina de ordenar en Carola la EPISIOTOMIA que se realizo, para facilitar ese ultimo momento del parto. La matrona asistió a Carola en las ultimas contracciones, las tres que terminaron de ayudar a Domingo para salir. Ojos despiertos y grandes, como su padre, dijo la madre, quien se veía, atento e impresionado, conmocionado, contento, satisfecho, procurando cubrir todo el proceso y desplegar su función con eficiencia.

Todo era gracioso, fluido, luminoso, la bisabuela, aparecía en mi conciencia, en distintos momentos, la abuelita Laura, pretendiendo estar contando con su presencia en algún plano, así también lo vivía su nieta. Se informo a las abuelas de lo que acontecía, mientras transcurrían los distintos momentos del proceso. Ya en sala de prepartos, para esperar sala definitiva, todo había acontecido con éxito, satisfechos todos, la madre y su hijo cero faltas, un poco de dolor y dificultades en la micción, que se soluciona un poco mas adelante, con el analgésico oportuno, para distender y soltar, todo mejor.

Después… esa puede ser una síntesis, que no da cuenta de tanto, pero para contarles y transmitirles como, desde mi posición, con mi mirada.

Estar ahí, para recibir a mi nieto, conciente, que ese cuerpo, alberga una sutileza, y que todo EL, su cuerpo y su alma, llegan para compartir con nosotros y ojala neutralizar la nostalgia que dejo la partida de su bisabuela, mi madre.

A Carola, mi hijita y Bernardo, les deseo que todo siga por esa senda, ahora, con este capital enriquecido, por la presencia de mi nieto, mucha luz, para mantenerse despiertos, y sentirse felices y agradecidos. Buen augurio el como se funcionó, todo gracioso, integrado.

Las abuelas, la mamá de Bernardo llego con su hijo menor, amigo de Cristian, que se casa pronto; disponible ella, la abuela, disfruto el encuentro con el doctor Roll, jefe de medicina del hospital, compañero de Rodrigo Rojas, hermano de la abuela Paulina y compañero también mío, los tres salimos juntos de Concepción.

Loreto, la madre de Carola, llegó, para acompañar a Carola y Domingo, el miércoles en la noche del cuatro, y así Bernardo pudo descansar y recuperarse. Todo sincronizado, la realidad, generosa y oportuna.

Tomas, amanece el jueves, y las niñitas, Julieta y Alfonsina, Luciano y su madre, Paulina, ya estaban en Serena, el miércoles en la tarde.

Para mí, nace otro orden, una generación nueva, y Domingo es el primero dentro de su clase, recuperamos una jerarquía.

Gracias a todos, por su compañía

Y los buenos deseos

Gracias

El abuelo Milton segundo

Mi presencia, pretendiendo reconocer, legitimar un orden de existencia, para mi nieto, para recibirlo, desde el primer momento, como una actividad sutil, incorporada, interesándome, en su alma y en su cuerpo.

Abriendo una frecuencia, para integrarla, al dinamismo, invitando a participar, de esa dimensión, con intención, y naturalidad.

Ojala que no necesite, jamás, esconderse en la dimensión virtual, que siempre cuente con el amor suficiente, para mantenerse en contacto amable, con la realidad y sea puro.

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