Una ola de Conciencia se encuentra atravesando...


30 de Enero de 2012

Recibiendo otro amanecer, procurando mantenernos despiertos, constatando que el día llega más tarde, aclara después de las seis y media aquí en Águila Sur.

¿Qué podemos hacer frente a la dinámica normal, la que usa la mayoría, durante la mayoría de los momentos, incluyéndonos?
Resulta difícil soportar la convivencia cuando los criterios que conducen se instalan sobre jerarquías de observación ilusorias, que no incluyen suficiente luz de lo real, como para generar la gracia.

Resulta doloroso constatar la pseudo inteligencia desplegada oficialmente, ostentada como innovadora, mientras se conserva la naturaleza de la mirada.

El movimiento del 2011 en Chile, mal leído en general, con las capacidades actualizadas, imposible de ser recibido y comprendido, porque plantea el desafío de recrear, de efectivamente evolucionar en el orden lógico a utilizar.
Otra generación que exige la inclusión de planos de conciencia más integrados, donde la vida real sea tocada, para así otra guía, otro eje, donde lo material ya no es la meta, sino un recurso.

Seguir insistiendo en que emparejemos las oportunidades materiales como lo primero, es sencillamente no comprender nada. Si, por su puesto atender eso, pero recreando inicialmente el todo de las necesidades.

El  “malestar", el síntoma que ha surgido en la dinámica social chilena, producto de una otra presencia más conciente, que permite incluir información profunda, que brota de la existencia, es una señal de cambio, que obliga  a transformar la mirada, el orden de las lecturas, de la comprensión de la vida, de los principios fundamentales, de lo que ha de ser cautelado. No es un malestar, es una luz que nos puede guiar hacia otro bienestar, uno más maduro, más lúcido, más simple, más inteligente, más digno, más justo, que atienda desde otro conocimiento la tarea, que nos re-encante con la vida, que nos permita aquilatar lo ya dado, que nos saque de esa insaciable persecución en que nos mantiene nuestro actual estado de ignorancia, que nos lleva a perseguir metas que no nos satisfacen, que nos hacen pelear, maltratarnos, porque nunca existe lo suficiente de aquello como para alcanzar una calma. Es una bendición que ese malestar haya brotado, emergido, instalado en la dinámica de un país, que no obstante pasar por un momento de mucha riqueza material, mal distribuida y todo, reconoce la ausencia de riquezas más finas, como manifestación de un trance evolutivo hacia otro orden de conciencia, donde la obligación es instalar seres humanos más luminosos, unidos, fraternos, solidarios, respetuosos, verdaderos, ya no más hipocresía, ni ignorancia, pues esta más luz en las conciencias los devela, los descubre, ya no más creer en las mentiras, ya no más humillación, pues no será necesario, ya no más esclavos de un consumo de lo superfluo, ya no más pagar tributos para obtener una seguridad, una protección que no protege, que condena a la renuncia de la dignidad misma de la vida.

Este año 2012 tendrá que ser la oportunidad para recuperar el poder de cada uno sobre su propia vida,   más libertad, mucha incertidumbre, pues los patrones que nos mantenían cómodos, viajando hacia el desfiladero, se están desintegrando. Para muchos esto es aún imperceptible, las señales no dicen nada, sin embargo paulatinamente, de modo expansivo, son más los que toman conciencia madura de lo que está sucediendo y de lo que resulta posible, por obvio, realizar cada uno sobre sí, con lo que siempre ha estado, por efecto del aquilatamiento de las facultades que siempre han sido, y en este período las condiciones son favorables para la actualización de los potenciales humanos, el Hombre del Sol desde el Hombre del Maíz.

Alegría, las condiciones -si el Todo no quiere otra cosa- son propicias, atentos, para no identificarnos más de  lo necesario con un entendimiento que pasará por períodos de mucha confusión, mientras otra certeza se instala, en nuestra conciencia para recrear y provocar otro orden de entendimiento, cambio de paradigma, prosperidad y progreso para todos, real, maduro, habiendo recreado necesidades y recursos.

Organizarnos para persistir en satisfacer necesidades que no lo son es un absurdo.
Seguir creciendo a costa de la depredación del planeta, es una estupidez.
Duele escuchar cómo tienen tribuna los ignorantes bien intencionados, ofreciendo ajustes para perpetuar los grandes desajustes. Es una locura oscura, falta saltar a otra locura, una cuerda, que promueva lo distinto, el soltar, el atreverse.

Este precioso tan esperado cataclismo de la cultura, ya está sucediendo, una ola de conciencia se encuentra atravesando, limpiando, despejando nuestros espacios, para que broten oportunidades ciertas, que se lleve la ilusión, la mentira, el desequilibrio, entreguémosle todo aquello que hemos atesorado, para que la vida florezca y se manifieste en armonía.
Así de radical y de grandioso, sin violencia, pero con coraje, debe ser esto fruto de una convicción que surja en cada uno, sin imponer, pero con la firmeza para proteger cada uno, desde el territorio sobre el que si tiene jurisdicción, ejercer el derecho que ofrece cumplir con el deber.

Para todos los que ya estamos trabajando por nuestro bien, que sientan esa fuerza que entrega la luz, que entrega ese ver por sí mismo, que nos esclaviza libremente a la belleza de la existencia en la unidad del Todo.

Un abrazo Fraterno

Milton Flores.

Promoviendo la locura en su más alto grado, esa cuerda locura que nos libera.



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