La naturaleza única de la conciencia
Hoy domingo, luna llena y
atardecer fulgurante, se siente el viento intenso.
La naturaleza única de
la conciencia
Desde la condición dada
por el ejercicio de la práctica, hasta ahora, me dispongo a
describir y recibir cómo sucedió el encuentro de profesionales en
Concepción.
Suelto el deseo de que lo
escrito sea lo que quiero, no deseo, intenciono el escribir.
Comenzamos el proceso de
coordinación del encuentro de profesionales reuniéndonos Ximena,
Carla, Isaura y yo , Paula, una tarde hace dos semanas en el campus
de UBB percibiendo la energía que transita constantemente en el
lugar, impresiona el ritmo. Al leer la convocatoria enviada desde
Águila Sur, nos percatamos básicamente del perfil del profesional
que se esperaba asistiera y me dí cuenta que la selección que había
que hacer nos exigía conocer más en profundidad a cada uno de los
que participan en el espacio tiempo del día lunes, la intuición nos
guió, un poco, otro poco fue lo que alcanzábamos a ver. Ximena
aparece con el criterio necesario para pasar por colador la lista.
El segundo colador con
Gabi en Águila Sur el fin de semana y con nuevos nombres de personas
desconocidas para mí. Se trata de sumar profesionales dispuestos a
reflexionar desde su posición en el ejercicio conciente de su labor
de servicio, dispuestos a recrearla desde la perspectiva que incluye
el ámbito de lo trascendente a la concepción de ser humano y de
éste en su desempeño social, que evidencien camino avanzado
respecto de la aceptación de la naturaleza única de la conciencia.
Ésta comprensión, asociada al encuentro, se torna indispensable
para desarrollar competencias que nos permitan abordar el ámbito
trascendente desde el ejercicio profesional.
A 1 semana del encuentro
nos volvemos a reunir (esta vez sin Isaura) Tomás, Carla, Ximena y
yo. Nos movemos con cautela, aún no nos involucramos totalmente y
con propiedad de lo que debemos hacer, a pesar de que nos organizamos
y distribuímos las tareas más evidentes. Hay algo que falta en el
proceder, una categoría de observación que nos permita ver las
trayectorias, los ritmos de funcionamiento, las motivaciones, de
nosotros y de los que convocamos. En la organización se evidencia
esa sobre materialización, esa demasiada atención en lo concreto
del encuentro, debemos acercarnos al plano sutil
resguardando/cultivando la energía de la materia. Trabajo.
¿Cuál es el marco?
Reunirnos y ofrecernos la posibilidad de encontrarnos con mayor
amplitud y apertura al contacto entre almas. En toda circunstancia
cultivar el hábito de estar presente. Asumirse parte de la
totalidad; una parte que siente, actúa y se ofrece para ser
instrumento de la fuerza vital, permitiendo la apertura, soltando lo
denso, habitando el cuerpo, habilitándose en la materia.
Necesitamos coordinarnos armónicamente,
siempre convocando/conduciendo energía limpia a que pase a través
nuestro. Nos pedimos mantener un ritmo de frecuente práctica y
evaluar las situaciones según criterios de jerarquía.
Día viernes. El Dr.
Llega desde Águila Sur, Gabriela desde Temuco, los esfuerzos son
permanentes y admirables. Observo la intención de disponer la vida
entera a difundir el sentido de lo luminoso que la propia experiencia
ha permitido conocer. Al estar con ellos aprendo, en cada
conversación, con cada exigencia. ¿Cómo estar más conciente de la
integración de la totalidad? Meditar, sentir, actuar en consecuencia
con lo integrado en paz, contrastar mis observaciones e impresiones,
escuchar, construir opinión. (¿)
De a poco nos vamos
reuniendo, llegamos a casa de Ximena y nos disponemos a cantar y
elevar la voz, hacerla una, vibrar juntos, ser diapasón. Cantamos y
las gargantas se van activando, la respiración se hace conciente,
fluye. Al cantar siento que nos reconocemos como hermanos, tenemos
un Padre, tenemos una Madre, fuerzas universales que nos contienen y
de las cuales somos partes constituyentes. Padre y Madre son uno a la
vez, existe ternura entre el cosmos y su danza. Depuración, preparar
el corazón/mente/conciencia para recibir lo que merezco, ser humilde
más no pasiva, cultivar la firmeza y la templanza. Con la calma
de después de un trabajo de integración en el canto, nos retiramos
a descansar, mañana sábado nos reuniremos en UBB con personas,
profesionales en sus respectivas áreas de servicio. Confiamos en que
la convocatoria haya despertado la inquietud por participar de este
encuentro.
Sábado. Llegamos Ximena,
Carla y yo a disponer la sala seminario del edificio de ciencias
físicas; para el encuentro resolvemos un círculo de sillas que nos
invite a compartir desde lo que cada uno trae, desde lo que cada uno
entrega. Mientras organizamos el lugar veo llegar a Gabi, Tomás y
Milton, vienen riendo, contentos, livianos, me da alegría verlos,
nos saludamos con cariño y nos disponemos a esperar la llegada de
los que vendrán.
Antes de ver la luz,
clara, nítida, de verla con los ojos ocultos, hay que permanecer en
la oscuridad, en silencio, en calma, con paciencia, trabajando, al
igual que la semilla, sabiduría natural de los procesos de
germinación, persistiendo en mantenerse alerta, la conciencia
universal sabe cuando mostrarse abierta y permitir que brote la vida
trascendente a la envoltura de la semilla.
Madre, eres la única?
Me estoy acercando a la expansión de tu amor, tocando y soltando,
sin aferrarme, sin miedo, se crea un puente en la superficie de mí,
ese puente me hace sentir la unidad.
Padre, estás ahí?
Sin agonía ni dolor te abrazo, acógeme, enséñame, muéstrame para
que pueda ver si ese es el momento.
Estamos juntos, somos 17
almas convocadas para encontrarnos y compartir un instante de este
sábado y un espacio de nuestra existencia, cada uno habla desde su
situación , desde su nivel de comprensión de la totalidad, para
mí que me falta hay ciertas cosas que me quedan grandes, no bajo los
brazos, continúo, desde el punto en que la experiencia y
biografía ha permitido instalarse. En algunos se muestra asombro, en
otros una envoltura romántica, en otros desconfianza y duda, somos
tan parecidos, pasamos por sensaciones similares en distintos
momentos y estamos todos llamados/invitados a recibir la vida con
alegría, con reverencia; ¿con quién, en qué momento? Conmigo en
este momento, lo primero. De la simpleza a lo complejo, de lo pequeño
a lo grande, irradiación.
Recuerdo que hace un
tiempo me sentía con una capa de asfalto encima, algo negro, duro
que me cubría el SER, ahora ya no lo siento, mi espalda está
relajada, siento mi cuerpo.
Vuelvo al encuentro. Nos
faltó profundizar en el afinamiento del modo de organizarnos, los
que debíamos hacerlo, trabajar más en nosotros y confiar en que la
energía que se mueve proviene del Todo y que somos el instrumento
para que se desarrollen los acontecimientos, la intención que
coloquemos en este hacer se manifiesta en el resultado, entonces más
atención, la envergadura de lo que se está moviendo lo exige. De
todos modos continuamos relacionándonos desde la esfera de lo
espiritual, hay algo común reconocido, cada uno con sus
dificultades, pero el camino está trazado y cada uno se va abriendo
paso con distinta intensidad, en ese ejercicio vamos reconociéndonos,
encontrándonos, amándonos, de pronto somos varios los que nos
hacemos seña en el camino.
Abrimos un trabajo al
contrastar impresiones más tarde en casa de Ximena, tantas cosas que
se pasaron por alto, no alcancé a verlas! Estamos aprendiendo, me
siento nutrida, espero que la parte de mí que dispuse haya nutrido
a otros también, si más allá de estar juntos somos UNO, si vivimos
desde esa comprensión, nos seguiremos encontrando.
Ahora a prepararse para
el encuentro en Águila Sur.
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