Abstención en las Urnas y Espiritualidad no incluida



Una medida concreta propuesta durante las candidaturas presidenciales, que nos acerca a una transformación evolutiva, sutil, cualitativa, fue la que el candidato Alfredo Sfeir planteó para desarrollar en Educación. Implementación de espacios para el Ejercicio Contemplativo, es decir, para desarrollar esfuerzos que busquen el afinamiento perceptual, la expansión de la Conciencia, en el proceso de instruir. Entendemos que en esta iniciativa, se plasma una intención para la transformación profunda, que busca -trascendiendo los necesarios ajustes en el plano material- alcanzar habilitaciones en meta-competencias, que brotan accesibles a través del cultivo de a Dimensión Espiritual de la Existencia.
Es un primor, un primor que cuenta con el respaldo transversal que existe para el ejercicio de Libertades Esenciales de los Ciudadanos, aquellas que precisamente se procuran cuando, por ejemplo, se reivindica el uso de medicinas naturales para cultivar la percepción, para actualizar potencialidades del Ser Humano, para empoderar y alcanzar oportunidades, para recrear el protagonismo del Ciudadano en su vida. El ejercicio de esta clase de Libertad modifica el norte de los proyectos individuales y colectivos, que entonces se integran y distinguen, trascendiendo la clásica disposición a buscar mejorar el mundo para el Ciudadano, para re-alinear la intención hacia un mejorar Personas para este mundo, con todo lo imperfecto que está, justamente como una estrategia más efectiva y definitiva de evolucionar.
Cuando se suma este respaldo, presente en casi todas las candidaturas llamadas alternativas -casi el 25% de los votantes- y también presente de modo latente en muchos de la Nueva Mayoría, como lo refleja de modo indirecto por ej. la encuesta realizada por revista Que Pasa, resulta posible reconocer la tendencia, al parecer irreversible, hacia lógicas más evolutivas y lúcidas.
Entendemos que la abstención de más del 50% de los Ciudadanos, acusa la falta de propuestas inclusivas, con posibilidad para llegar al poder y generar reales transformaciones. Los chilenos -ese 50% que no fue a votar- no nos sentimos interpretados, leídos, ni considerados de modo suficiente, se insiste en gobernar desde miradas que no alcanzan a incluir una dimensión profunda de nuestra existencia, y por tanto no hay opciones verdaderamente renovadas dónde elegir. Se reclama la Participación, se evalúa volver al voto obligatorio, sin embargo imponer la mediocridad ya no es viable. Los estudiantes, los gremios, las regiones, la calle pide inclusión cualitativa, para el Ser Espiritual que somos, reconocido también por Ley.

En las propuestas que quedan para la segunda vuelta, se presentan programas para Seres sin Espíritu, por tanto perpetúan la existencia del mismo modelo centrado en el materialismo y en el individualismo; estos programas de gobierno reflejan la presencia de una conducción efectuada desde la ilusión, desde la ignorancia de una realidad integrada, que termina afectándonos a Todos.
Se agradece la buena intención, pero necesitamos de una funcionalidad superior, no es suficiente con tratar de ser buenos, debemos primero realizar un ajuste que permita acoger la condición Humana en un grado superior de plenitud, que efectivamente de paso a una Realización, a una Re-creación de la comprensión de lo que Es.
Promover la inclusión de la Espiritualidad en las Políticas Públicas, como lo han hecho algunos candidatos al Parlamento, y como lo ha insinuado hace unas semanas Pablo Walker, capellán del Hogar de Cristo, a propósito de sus declaraciones sobre la despenalización del uso de Cannabis y la necesidad de atender el proceso de fondo sobre el cuál se instala el síntoma de las drogas, resulta ser verdaderamente un llamado, no solo a más personas, sino también a más y distinto en cada Uno y en Todos Nosotros.
Muchos son los Ciudadanos que a pesar de no estar siendo leídos acuden y se manifiestan en las urnas, por distintas razones, sin embargo el momento reclama la recreación de las propuestas, más inclusión en la mirada del que propone.

Es cierto, la comprensión está en proceso de maduración, y el lenguaje aún está cargado con connotaciones que no facilitan la Evolución, sin embargo, también es cierto que de este modo ella se protege y se regula, pues no basta con el lenguaje, debe haber comprensión para ponderar de manera justa las necesidades en el proceso del entendimiento. Se necesita consecuencia, autoridad, claridad, intrepidez para innovar, gestos como el que propone Alfredo Sfeir en lo citado al comienza, y también Marco Enriquez- Ominami, Marcel Claude, Roxana Miranda, hasta Franco Parisi y Tomas Jócelyn Holt, más allá de toda observación, distinción y precisiones, insinúan el cambio de algo de fondo, a través de sus explicitaciones.

Tanto Michelle Bachelet como Evelyn Matthei, se encuentran -o se encontraban-estudiando los ajustes a sus programas. De lo recogido a través de los medios, se ve -o se veía- un grado de disposición a trascenderse a si mismos. Ojalá que la inercia, el temor, el cálculo y el aseguramiento no las consuma, y una dosis suficiente de lucidez las lleve a levantar la cabeza, a profundizar y ampliar la visión de Ser Humano, del real, del que existe más allá de sus preocupaciones y buenas intenciones, y que necesita ser efectivamente invocado y servido, en su identidad esencial, que por lo demás está reconocida y resguardada por la Constitución, y por el Derecho Internacional también, como un imperativo para ser asumido integralmente por el Estado, el Ser Humano en su doble dimensión Espiritual y Material.

Parecerá para muchos utópico, pero la Espiritualidad de nuestra Nación reclama por su espacio en la Conciencia colectiva e individual, y la abstención de ir a las urnas es una señal entre otras que están siendo emitidas por distintos canales.

La Espiritualidad ecléctica -trascendente a las organizaciones religiosas- aquella fisiológica, esencial, jurídica, la que es parte de la realidad misma de nuestra experiencia por siempre, y parte del capital científico desde el siglo pasado en sus comienzos, debe ser incluida, y no preferir abstenernos de participar en un proceso cívico donde solo existe, para lo fundamental, una ilusión de alternativas.

Otro camino es posible.
Si Nosotros cambiamos, cambia Todo
DESPERTEMOS...ahora mismo (...siente tu respiración...)



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