15 de febrero del 2011, martes en Águila Sur

Trabajando, procurando que todos los elementos, las formas que ocupan el espacio, incluyéndonos, se dispongan del modo más armonioso, en virtud de la situación en este lugar.

Nos sentamos para conquistar presencia, escuchando música, compuesta por Gurdjieff para los propósitos, despertar, conquistando un registro de nuestra corporalidad y trascendiéndola, en amplitud, y sosteniendo la intención receptiva hacia la profundidad, hablando así de Yo trabajando, más que tan solo de lo que percibo.

Mi posición corporal, más lograda, puedo sostenerla, disponible para servir de estructura para el ejercicio durante un lapso de tiempo suficiente para que decante la actividad de mi intelecto y se abra un contacto más inmaterial con el todo, vibraciones, luces, luz, sin levantar el ancla al presente, recibir la plenitud fina y nutritiva que traspasa todo, por momentos todo de luz y vibración fina, y Yo presenciando, agradecido, y contento, estoy aquí y soy feliz. Pero ya se perdió, aparecen mis pensamientos, luminosos, brillantes, geniales, que me seducen y abducen, dejo de estar, así voy.

Útil la continuidad y la cualidad del esfuerzo, y de los que se esfuerzan, es diferente cuando el ejercicio es con uno y con otros, personas que quieren y no pueden, otros que pueden y no siempre quieren, la presencia de cada uno ofrece su contribución de acuerdo al grado de evolución de su comprensión, y a la potencia espontánea dada de si en cada cuál.

El horario, la mañana temprano facilita. Mientras estoy sentado me encuentro con brotes emocionales que inundan mi conciencia y que suscitan reflejos en mi intelecto, imágenes, pensamientos, lograr mantener mi posición para contemplar la dinámica de los diferentes espacios, emocional corporal, intelectual, espiritual, sin perderme, da libertad, hasta sufro con alegría. El dolor profundo asociado a la emoción, recibido consciente, despliega el espacio que se cubre, se abre más allá del dolor un lugar con más totalidad, se prospera, se conquista, ese dolor es un puente hacia la otra orilla, cuando Yo estoy.

Para todos...

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