LA EDUCACIÓN CHILENA ENSEÑA A COMO VIVIR DORMIDOS.


Educación, sacar de adentro, formar, preparar.

¿A quienes hay que educar ?

¿ Cual es la condición del ser humano con el que vamos a trabajar?

Para aprender y para enseñar.

¿ Será posible alcanzar la satisfacción si se soslaya la esencia de los seres humanos que participan?

¿ Las Políticas Públicas Educativas contemplan siquiera hacerse cargo de esta necesidad de precisar la condición del ser humano, para desarrollar su trabajo?

Con certeza, que para seguir produciendo ciudadanos enfermos, inhabilitados para enfrentar los desafíos concretos y reales de la existencia, existen muchas cosas que se pueden mejorar, como distribuir los recursos materiales con mas equilibrio, por ejemplo, sin embargo, no por eso existirá mas justicia ni mas respeto.

Mientras se siga descalificando la dimensión esencial de la vida, la de todos, no podrá producirse la oportunidad para la realización plena de los discípulos, ni la de los maestros, la integración será una quimera, la discriminación será inevitable, por que la lógica empleada, la mirada prima, es discriminadora, porque no incluye lo esencial donde todos somos uno.

Por ejemplo, si no existe conciencia que en todos los niños la identidad esencial trasciende las distinciones entre los diversos niveles intelectuales, si el profesor no esta habilitado para recibir la esencia desde su esencia, no podrá integrar, a lo mas "mezclará en buena onda", y terminará trabajando con dos cursos cuando le piden integrar niños con Síndrome de Down en los colegios tradicionales, no podrá generar espacios de unidad efectiva, si su conciencia solo integra hasta las distinciones, y no las trasciende en los hechos.

Los espacios que los Estudiantes, con mucha lucidez han reivindicado en las Calles -para la existencia de Aulas, donde se encuentren todos, ricos y pobres, materialmente hablando, o dotados y lentos intelectualmente, espacios que funcionen, verdaderamente trascendentes como señal de una sociedad evolucionada- dan cuenta de la intuición de necesidades propias del Espíritu.

Teniendo en la Constitución y en la ley misma de Educación la instrucción explicita de que el ser persona incluye lo Espiritual, como dimensión fisiológica de la vida humana y que esta debe ser atendida de modo preferente por el Estado, resulta incomprensible que en los esfuerzos por avanzar precisamente en CALIDAD EDUCATIVA, este principio no se corrija.

Cuesta aceptar que los responsables no observen algo que es tan evidente, o definitivamente somos nosotros los delirantes que alucinamos con lo que la ley nos muestra.

Nosotros no mandamos a nuestro hijos a los establecimientos educacionales para que durante 8 o 9 horas les enseñen a cómo funcionar y vivir dormidos, a soslayar, sin querer queriendo, lo mas sublime y lindo de sus vidas, donde se encuentran las mayores riquezas del capital con que llegan a este Mundo.

No los mandamos para recibir la influencia involuntaria, que los hace vulnerables a depender patológicamente de lo externo, ADICCIONES, por no haber sido cultivada su esencia, y no contar por tanto con las competencias suficientes como para salir victoriosos del desafío que implica vivir en estos tiempos.

No los mandamos para que los adoctrinen y los conviertan en esclavos de un modelo fracasado, donde la Felicidad y el encuentro con el Todo deben dejarse para alguna otra vida.

La Educación debe, en esta vida preparar para el encuentro con la totalidad y la Unidad, formar para la realización del Espíritu, desde la búsqueda de esta, como requisito fundamental en los Maestros, a ellos se les debe exigir un llamado permanente al despertar esencial e integral de la vida de sus discípulos. Sino realizan una Educación al margen de la ley.

A REIVINDICAR LA DIGNIDAD EN LA EDUCACIÓN Y EN LA CULTURA!

Dr. Milton Flores
Psiquiatra
Director Equipo Triagrama

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