Educación de calidad
Si
de calidad de educación se trata, precisamente cuando
éste es el anhelo, el principio que convoca debe ser trascendente a
cualquier propósito material.
Si
de Seres Humanos se trata, de su formación, este principio debe
integrar la dimensión espiritual, y con ella y por ella no puede
esta actividad colectiva organizarse con el probable riesgo que la
búsqueda de un beneficio material se convierta en la práctica en el
eje, un riesgo que existe al considerar que el nivel evolutivo de la
conciencia de los que acumulan dinero hoy en día en Chile y en el
mundo entero, no da garantías de comportamientos éticos cuando de
"ganar dinero" se trata.
La
ignorancia de lo esencial, de lo real, el desconocimiento de nuestras
riquezas propiamente humanas, es lo que creemos está detrás de
cualquier apología al lucro, de de lo contrario habría que
considerar que lisa y llanamente corresponde -esta invitación a
lucrar- al interés de alguna fuerza maligna que busca como objetivo
promover la oscuridad y neutralizar la trascendencia evolutiva para
todos.
Educar,
en el más amplio, profundo y esencial de sus sentidos, sacar fuera
lo mejor de la vida, actualizar nuestro potencial, cultivar la
dimensión espiritual y material de la existencia, obliga al empleo
de un paradigma desde el cuál sea posible explícitamente construir
condiciones para que el prioritario anhelo del sistema educativo sea,
si o si, transmaterial, cualquier asomo de duda en este sentido
compromete esencialmente la calidad.
Precisamente
la cualidad mas disfuncional de la comprensión usada para trabajar
en educación, dice relación con el desconocimiento de una dimensión
de la condición humana sintonizada con lo espiritual, con lo
inmaterial, con lo sutil.
El
dinero es energía, es poder, es un recurso que no puede ser empleado
de cualquier manera. La "adicción al dinero" se pretendió
erradicar del proceso educativo cuando por ley se proscribió el
lucro en la educación, y no solo en el ámbito publico, también en
el privado, por tratarse precisamente de cautelar la calidad en la
educación.
La
egotizacion de la espiritualidad la desnaturaliza, la transforma en
actividad virtual ajena a lo real, a lo sentido, para referirme a
cuando organizaciones religiosas que trabajan también en educación,
"lucran", sin comprender que cuando así sucede comprometen
la calidad esencial.
Un
sistema educativo que no está orientado por un principio esencial,
puede obtener buenos índices como el SIMCE, puede seguir formando
autómatas inconscientes, con licencia para sentir placer, momentos
de alegría, sentir poder, pero no para generar hombres y mujeres
sanos, capaces de amar y sentirse felices, de paladear la paz, la
armonía y la fuerza de la unión, para constatar por si mismos la
certeza de la conexión con el todo, y alcanzar grados progresivos de
realización y evolución... esta clase de anhelo, de calidad en la
educación, se ve favorecido por un ambiente puro, ojala sin ningún
grado de perversión, aunque fuese legal, y en este caso no lo es,
cuando nos referimos al lucro.
Ese
espacio de unión que reclaman los estudiantes para que se formen
juntos el más pobre y el más rico en las distintas dimensiones de
la riqueza de una persona y una comunidad, y que reconocen como un
valor, un signo de calidad del proceso, es propio de una ambición
evolucionada para el trabajo educativo. ¿Sutilezas? ¿Utopías? No,
hoy en Chile eso es lo correcto, lo justo y lo necesario, y el país
si está preparado para iniciar la transformación. Existen
experiencias en Chile donde los atributos que se habrán de integrar
en los sistemas educativos, para dar cuenta de una comprensión mas
evolucionada, ya han sido instalados. Existen sistemas educativos en
Chile, donde se realizan esfuerzos para espiritualizar de modo
natural y ecléctico la educación. Falta que madure la participación
ciudadana, y que no entreguemos el poder a los otros poderes públicos
complementarios, falta que ocupemos cada vez con mas precisión
nuestro lugar y seamos ciudadanos más exigentes con el Estado, que
actualicemos nuestro protagonismo, para alcanzar sinergia y
enriquecer el esfuerzo colectivo en desarrollo, que busca la armonía,
la eficiencia y la inteligencia en el mas alto grado posible.
Dr.
Milton Flores Gatica
Director
Triagrama
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