Está sucediendo que el Hombre del Sol está llegando





Como fruto del estudio realizado en Chile, sistemático desde 1987, una vez egresado de la formación como psiquiatra, en la Universidad de Chile, me resulta posible afirmar que en lo más esencial de la insuficiencia colectiva para servir de modo efectivo al bien común, se encuentra una comprensión de la condición humana y de la existencia en general, pobre, parcial, insuficiente, incompleta, que no integra dimensiones de nuestra realidad sutiles y trascendentes.

El Ser Humano, como es posible leer en texto de nuestra Constitución (1), implica dimensiones materiales y espirituales, las que configuran una condición de seres espirituales -lo común- participando de una experiencia material -la diversidad-.

Como acción de salud efectiva, interesada en el colectivo, nos hemos dado a la tarea de explorar estrategias para trascender esta insuficiencia básica, ¿cómo? Saliendo a ejercer lo que hemos comprendido son nuestros deberes como profesionales, como servidores públicos con obligaciones, y lo hacemos desde el estar organizando nuestro proyecto de vida con un eje espiritual. Somos almas que necesitamos participar de un cotidiano donde el estar Despiertos, consciente de nuestra sutileza, se torna imperativo como manera de asumir y comprender nuestras obligaciones como parte de una sociedad, de una cultura, y de un Todo.

Para tales propósitos y conscientes del tremendo esfuerzo que significa vencer la inercia, reivindicar el estar despiertos en un mundo de dormidos, hemos procurado integrar todas las herramientas disponibles en el marco de lo ético y científico, para alcanzar la fortaleza la templanza para soportar el desafío.
En este contexto, aparecen las plantas de poder, que se ofrecen para asistirnos con sus propiedades, y en Chile específicamente la Santa María o Cannabis, medicina del espíritu por su capacidad para expandir la percepción.
El trabajo espiritual busca la recreación objetiva para nuestra condición, y el contacto realizado con dimensiones más finas, donde es posible, en más propiedad- reencontrase con otro orden de identidad. Desde así se inicia un proceso de recreación de todo, de otra comprensión para nuestra realidad, necesidades y potencialidades.
Parece delirio, locura, sin embargo es la constatación alcanzada, a través del método científico aplicado en la investigación acción participante, que coincide con las constataciones de muchos responsables e interesados en el bien común en Chile, en nuestra comunidad nacional, no de todos por cierto.

Como resulta ser nuestro deber, nos hemos dado a la tarea de salir a mostrar el resultado de nuestros esfuerzos, y hemos escogido, más bien, se nos ha escogido, se nos ha invitado, para ocupar espacios en el poder legislativo, en el poder judicial, y en el poder de la opinión pública, a propósito de una contingencia sobre una trayectoria, y estamos en todos estos ambientes afirmando la pertinencia de espiritualizar de modo efectivo nuestra existencia y nuestra convivencia.

De a poco somos más los que estamos dando pasos al frente, trascendiendo el temor a enfrentar la inercia, la incertidumbre, ya que hemos alcanzando la convicción de lo obvio y necesario que resulta, por dignidad y como un acto de amor, abrir para cada uno y para todos los interesados, que terminamos finalmente siendo todos, cada uno a su manera, la oportunidad para nutrirnos de contactos espiritualizados, que se manifiestan en encuentros más profundos y plenos, que significan también desafíos y más responsabilidades, a través de los cuales se va despertando el poder que cada uno lleva para protagonizar en la existencia.

En Chile están sucediendo ahora iniciativas espirituales, que están en desarrollo, integrándose y alcanzando alturas con poder suficiente como para provocar una oportunidad cierta y madura de Transformación, en la que podamos participar todos de modo trascendente, una que reciba la diversidad desde un espacio donde lo que nos une ya está garantizado, ya existe, para que surja natural la complementación, la colaboración, entre los distintos.
Paz, armonía, eficiencia, equidad, equilibrio, integración, y otros atributos que brotan a consecuencia de la conciencia que al expandirse alcanza a cubrir dimensiones de la vida toda y de la humana, mas finas, más esenciales, y que enriquecen nuestras oportunidades con lucidez y plenitud.
En Chile esta sucediendo que el hombre del Sol está llegando.

Dr. Milton Flores Gatica
Octubre 21 en Águila Sur

(1) Artículo 1° inciso 4° de la Constitución Chilena.
(2) El nuevo estado evolutivo del hombre según la tradición Maya.

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