Peritaje Psicólogo Alejandro Celis

Extracto del peritaje efectuado por el psicólogo Alejandro Celis, prueba ya rendida en el juicio oral del Dr. Milton Flores

En relación a la expansión de la conciencia, la espiritualidad y el aporte de las Plantas Enteógenas

La Conciencia, entendida como la capacidad funcional de operar desidentificados de la función intelectual, se manifiesta en diversos grados, desde la mayor constricción asociada a la experiencia neurótica, hasta su mayor expansión, expresada en la experiencia mística, en donde es posible percibir de modo directo la realidad omnipresente, la multiplicidad y la unidad simultáneamente, la pertenencia al Todo. En la experiencia de expandir progresivamente la conciencia, se va accediendo al contacto más directo con la dimensión inmaterial de la existencia o dimensión espiritual, recuperando un equilibrio en la relación con el mundo y  la convivencia.

El empleo de esta clase de plantas ha sido común entre los pueblos originarios y civilizaciones ancestrales, donde su consumo se realizaba con el propósito de alcanzar una visión más completa y precisa de la realidad que incluye el propio dinamismo y conlleva la oportunidad de ajustes funcionales.

En las últimas décadas se ha divulgado su empleo en el mundo occidentalizado. En el caso de la cannabis en Chile su uso se ha masificado y se observa un uso no problemático ni adictivo bastante generalizado (2) más allá de la población juvenil, en adultos jóvenes y adultos, que ven en esta práctica una conducta que reporta alivio y bienestar, permite acceder a una mirada más integrada de la realidad, ayuda a soportar el dolor físico asociado a diversas dolencias y el sufrimiento psíquico al recrear la experiencia de la propia situación. Extraoficialmente ha sido empleada para el tratamiento de las adicciones. Existe, como también respecto a otras sustancias y conductas, consumo adictivo de cannabis, asociado al descuido de la condiciones en las cuales esta sustancia puede constituirse en un aporte, montado sobre la propuesta de la cultura que orienta hacia el mundo exterior y material, en desmedro de un equilibrio con la recepción de la dimensión inmaterial de la existencia y la comprensión del mundo interno y fisiología esencial de lo humano.

Antecedentes en relación al advenimiento de un cambio de paradigma y su relación con la expansión de la conciencia y la habilitación de competencias del funcionamiento esencial humano

La convergencia a la que han llegado ciencia y espiritualidad, así como los enormes avances tecnológicos y el estado actual de nuestra convivencia, están colaborando en el advenimiento de una nueva situación para la vida humana. Este cambio está asociado a una transformación paradigmática en la que se hace presente un saber ancestral, en donde es posible acceder, como forma de conocer, a una fuente viva de información que es la conciencia del propio ser, la conciencia de sí, en el continuo de la individualidad hacia la totalidad. De este modo vamos haciéndonos cargo, operativamente, del "problema del observador", planteado por la física cuando explicita que la presencia del Observador interfiere sobre lo observado, y que desde su cualidad y condición crea mundos.

Esta clase de transformación propone una habilitación en las personas, la actualización de facultades, que hoy quedan fuera de nuestro sentido común, de nuestro modo común de ser y estar. La presencia, la conciencia, el despertar, todos conceptos que hacen referencia a capacidad -posible de ser actualizada- para estar en el momento, más en el momento, sin mediar el ego, la lectura  (el lenguaje) que describe la realidad como velo de parcialidad que lanzamos sobre ella, confundiendo la parte por el todo, el mapa con el territorio, de un modo tan "natural", que no alcanzamos a cuestionar.    Esta clase de competencia para saber de nosotros mismos mientras vamos siendo, que todavía puede resultar ajena, incómoda, rebuscada, es la base sobre la que puede construirse un cambio, una transformación significativa, tanto en lo individual como en lo colectivo, en ello concuerda muy esencialmente, la sabiduría antigua y la ciencia moderna.

Antecedentes en relación al aporte del empleo de Plantas Enteógenas en la capacitación de profesionales del área de la salud y su impacto en el ejercicio profesional de ellos

Claramente los ajustes evolutivos epistemológicos que pueda alcanzar el quehacer de profesionales en ámbitos como la salud y la educación, responsables de orientar la vida de otros, son siempre muy deseables, un factor trascendente, y efectivamente la utilización de herramientas como los Enteógenos puede constituirse en factor significativo. No obstante las consideraciones jurídicas ambiguas que comprometen su empleo libre y responsable, particularmente en nuestro país, puede considerarse superior la obligación de poder ofrecer siempre el máximo posible en el ejercicio de las responsabilidades profesionales, que en salud y educación implican la irradiación de influencia coherente, que ofrece la auto-exploración psíquica y el desarrollo de una superior integración y actualización personal sobre la base de una plena presencia, todas cualidades del funcionamiento que pueden trabajarse con el empleo responsable y conducente de estas Plantas Enteógenas.

En relación a su comprensión de lo Espiritual y el empleo de Plantas Enteógenas

Lo que comprende por "visión chamánica o espiritualizada" de la salud es una mirada donde lo sano consiste en la conciencia del la continuidad material-inmaterial de la existencia, donde la cura ocurre o la salud se recupera en la medida que este equilibro se restituye y se incorpora en la conciencia la dimensión sutil e inmaterial, que ocurre con la expansión de la conciencia.

En sus prácticas esta expansión de la conciencia es buscada de manera natural a través del ejercicio del contacto intencionado con la sensación corporal que es facilitado a través de diversas experiencias de trabajo con el cuerpo y la atención. El contacto directo con la sensación corporal y la mantención del registro consciente se constituye en la estrategia para mantener la expansión de un modo práctico y dar garantía de que está el Yo  menos identificado con el material intelectual, por el hecho de estar atento también a otras dimensiones de la experiencia, el Yo saliendo del intelecto apoyado en el cuerpo, tomando distancia de la experiencia para vivir en todo su despliegue.