Espiritualidad y Felicidad

La naturaleza humana se constituye a partir de dos ámbitos: el físico-biológico y el psíquico-espiritual. El primero guarda relación con las necesidades básicas de sobrevivencia de todos los seres vivos: respirar, comer, beber y dormir, lo que nos relaciona con el medio ambiente.
La otra esfera responde a la esencia misma de ser persona y constituye la base de la dignidad humana. Significa que hombres y mujeres, sin distinción, están provistos de una parte psíquica-espiritual que les permite tener razón e inteligencia, capacidad de conocer y aprender, pensar, encausar la vida hacia los objetivos planteados, discernir entre lo bueno y lo malo, lo justo y lo injusto, amar, ser amado y tener la conciencia de “existir”.

Felicidad y Espiritualidad

Espiritualidad es un espacio de la Realidad, de la Verdad, distinto al material, distinto a la dimensión ilusoria donde permanecemos como Esencias, como Almas, hasta cuando Despertamos. 

Es una dimensión de la condición humana incluida en el primer articulo de la Constitución, y en las definiciones de Persona Humana encontradas en la Biblioteca del Congreso Nacional, así como en los Tratados Internacionales de Derechos Humanos.
Se corresponde desde lo científico contemporáneo, con el nivel de actividad de la energía que esta mas allá de la masa, de la materia, con aquel plano de realidad donde el quantum de energía ya es una onda y no una partícula. Es decir, es un plano de la existencia mas sutil, que forma parte de la Realidad, también de la Vida Humana, y que en la cotidianidad de nuestra convivencia, si bien se habla de ella, en la practica no se la incluye de modo efectivo en la Conciencia individual y social. 

La Felicidad por su parte es un estado, es un grado alcanzado para ir en este viaje, donde la Armonía, la Paz, el Goce de la Existencia es pleno de modo suficiente; un estado desde el cual la comprensión se hace clara, simple, natural, fluida, y donde las demandas de lo particular no se contraponen con las de Todos, por que ya nos dimos cuenta que en realidad somos Uno.
Es un estado desde el cual se torna comprensible, razonable, coherente, el trabajo por cristalizar la Unión como patrón de convivencia social, sin renunciar, y con coraje para soportar el pataleo de la ignorancia que se resiste a soltar y abandonar su actual sitial de privilegio.
Esta Felicidad, ya casi oficialmente un Derecho Humano Esencial, no es un lujo, es un atributo que presente, da categoría, inscribe en otra jerarquía al proceso social en desarrollo.

Esta Felicidad que surge “cuando Dios nos recibe en sus brazos y nos reconoce como partes de El”, cuando tomamos madura cuenta de la chispa divina que esencialmente somos y que nos mantiene unidos.
El contento legítimo no garantiza la Felicidad, si la Consciencia. 
Un Ser Humano Consciente se libera del contento y del descontento para ser Feliz, trasciende el momento, y se convierte en un estado. Así como el orgasmo no garantiza el éxtasis, el orgasmo en  Conciencia si. 

La Felicidad es el éxtasis de vivir.

Condenados y Felices. Conscientes que la provocación al Tribunal es pertinente, que ella surge por afirmar lo mas consecuente y hábilmente posible nuestros Derechos consagrados como ciudadanos, y que estamos haciendo lo que es correcto. 
Comprometidos, afectados en algunos momentos por los embates que pretenden minar nuestras fortalezas materiales, sin embargo Felices por la realización trascendente que esta en proceso.

Necesitamos entonces incluir la Espiritualidad, lo fundamental, en la Conciencia de Todos, en grado suficiente como para que la Felicidad este al alcance natural, fisiológica y jurídicamente, para Todos.

Interesante es que la Felicidad no es atributo necesariamente vinculado a la riqueza material, de hecho casi siempre es un obstáculo difícil de trascender para el buscador que no se desapega. Tanto para los pobres o ricos materialmente resulta ser un problema. 

Nos tienen tan convencidos que perseguir los brillos materiales es el camino a la Felicidad, al Éxito, que los que no lo tienen lo buscan con ansiedad, y los que lo tienen -como no se experimentan felices- piensan cuantitativamente y creen que aún no es suficiente. 

En un momento se consideró como explicación para los altos niveles de suicidio, depresión y adicciones en los países desarrollados materialmente, la desilusión experimentada por los ciudadanos al no haber alcanzado el sentido, la Felicidad en la vida, no obstante haber cumplido con las metas del proyecto social tradicional ofrecido para el Ser Humano, que soslaya la Espiritualidad.

La Felicidad es un estado de Conciencia, donde la relación con la existencia a la que se accede, la jerarquía de la observación obtenida, sintoniza con los paradigmas de la ciencia contemporánea, la sabiduría ancestral y la matriz jurídica esencial -ofrecida mas no siempre actualizada- y por tanto sintoniza con la simplicidad de lo natural que siempre ha sido, es y será.

Un fuerte abrazo para Ustedes desde Águila Sur...

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